El pasado jueves 24 de junio tuvo lugar, en la Sociedad Gastronómica La Becada de Logroño, una cata técnica de algunos de los mejores vinos elaborados en Tinaja del país. La cata contó con la presencia de profesionales, enólogos y directores técnicos de bodegas de diferentes zonas de España. La mayoría de los asistentes provenían de diferentes bodegas de La Rioja, algunos de los cuales llevaron sus vinos. No se trató, ni mucho menos, de una cata comparativa ni de concurso, era una puesta en común de las vicisitudes que acarrea una elaboración de este tipo, con el ánimo de intercambiar impresiones, entre profesionales interesados, por una “nueva” forma de elaborar.
De los vinos catados, los hubo con y sin contacto alguno con la barrica, blancos y tintos, con más y menos edad. En definitiva, un simposio de elaboraciones y vinos que pusieron en valor, como hecho diferencial, la capacidad de ofrecer al consumidor productos diferentes que se salen de la homogenización y estandarización en la que vive el mundo del vino.
En la cata participaron los siguientes vinos y bodegas:
Pureza 2020 de Casa Agrícola proyecto de Pepe Mendoza en Alicante, se cató un moscatel de la marina elaborado al estilo “skin contact”, con maceración en contacto con los hollejos. Viñedo ecológico.
Tulonio 2020 de Tierra de Labastida de Carlos Fernández. Un mazuelo expresivo y complejo con una estructura potente. Un vino realmente diferenciador y diferente.
Lágrima en tinaja 2019, un ensayo capital de Queirón, tempranillo blanco de La Rioja Oriental elaborado en el nuevo proyecto de la familia Pérez Cuevas, amplio, graso y complejo. Proyecto realmente interesante para conocer y seguir.
Cobrana 2019 de Verónica Ortega, la tercera añada de un coupage de Mencía y otras variedades del Bierzo elaboradas a la manera tradicional, fermentación de racimos enteros de diversas variedades conjuntas, tintas y blancas.
+Altitud 2019 y 2020 de Alto Horizonte, la visión de Aurelio García de viejas garnachas de la Sierra de Gredos. Hubo oportunidad de comparar la evolución de la añada del 20 en barrica y en tinaja para analizar sus diferencias.
Un ensayo de Luis Cañas. Fidel Fernández y Pedro Pablo Amurrio presentaron un vino de coupage tempranillo – viura de un viñedo ecológico criado durante 8 meses en tinaja de terracota que aún no ha salido al mercado.
Peña el Gato 2019 de Juan Carlos Sancha. El de Baños del río Tobía mostró dos vinos, garnachas centenarias elaboradas en tinaja y en barrica para dejar patente la diferencia de los dos elementos.
El buen Alfarero de Prado Rey, del que hubo oportunidad de catar tres añadas 2016, 2017 y 2018 presentadas por su autor Francisco Martín. Vinos de tempranillo y un 5% de albillo a 830m de altitud en la Ribera del Duero.
Ensayos e Licinia. La bodega de Madrid (Morata de Tajuña) trajo un vino testigo (sin ninguna crianza) y ese mismo vino criado en tinaja de dos barros diferentes pertenecientes al proyecto Dolia de Alfatec con diferentes niveles de microoxigenación y polimerización de taninos. Muy interesante la diferencia organoléptica.
Para concluir, Justo Banegas, fundador y director general de Alfatec, presentó su proyecto personal, La Blanquilla Quintería, un syrah de 2017 procedente de un viñedo ubicado junto al parque nacional de las Tablas de Daimiel, que fue criado al 50% en tinaja y en roble francés usado para luego ensamblar ambas partidas.
Un evento singular, por la rareza de los vinos y un rato de gran ambiente con grandes profesionales inquietos por nuevos productos. Sin duda repetiremos.